martes, 8 de noviembre de 2011

¡Pepe, vente para Madrid!

Pues eso, que coincidiendo con mis primeras vacaciones reales (estar en paro no cuenta, cabrones) en dos años, este fin de semana tengo planeado bajar a la capital a recargar pilas rodeado de sinergias roleras, críticas y editoriales. 

La verdad es que necesito esas micro vacaciones temáticas como el respirar, un cambio de aires -aunque sea por unos días- ya me entendéis. Podría decir que 2011 ha sido un año AGRIdulce (si, escrito así) sin el menor temor a equivocarme lo más mínimo. Tanto en lo personal, cómo en lo laboral, las han pintado de todos los colores. Tres empleos distintos, con dos profundas decepciones entre ellos, una muerte, una boda, paro, jornadas de trabajo larguísimas, dinero, necesidades, enfados, felicidad, peleas, reencuentros, etc. Todo ha venido y se ha marchado en distintas cantidades.   
Que alguien pare el mundo, yo me bajo aquí...


También recordaré 2011 para siempre como el año que vio la luz Dogfight -mi primer libro publicado- y tampoco se me va ha olvidar con facilidad la mezcla de alegría, sorpresa y orgullo que me supuso su buena acogida y la cantidad de ventas logradas. 

Y es qué, si durante este año de locos ha existido una constante que, junto con mi pareja, familia y amigos, me ha mantenido animado y siempre a flote, esta ha sido el rol. Después de una buena (enorme) temporada sin jugar, llevo meses haciéndolo regularmente. Gracias ha floridas coincidencias, he descubierto y disfrutado magníficos juegos de cartas y de tablero, géneros lúdicos que denostaba hasta hace muy poco. Heroquest, Dungeoneer, Las mansiones de la Locura o Descent son títulos que me han hecho pasar ratos inolvidables.



Al tiempo que aumentan mis horas de juego, también lo ha hecho mi colección rolera. Después de una breve visita en la que pude contemplar (parte) de la magnífica colección que posee el colega Avatar, se abrió ante mi un nuevo universo en lo que a frikismo se refiere. Te odio, jodido. Módulos y manuales básicos se amontonan en mis estanterías hasta el punto de que, entre unos y otros, ya suman casi dos centenas, incluidos algunos clásicos de la talla de las 5 cajas de D&D (roja, azul, verde?, negra y dorada) el Aquelarre y La llamada de Cthulhu de Joc. Mi ritmo de lectura, desgraciadamente, no es tan extraordinario, así que preveo entretenimiento para unos pocos años. 

Cómo decía, el rol,  y todo lo que le rodea, ha sido un fuerte -caro- apoyo durante estos aciagos meses. Para que luego lo critiquen...

Concluyo esta entrada sensiblera y auto compasiva, no sin antes agradecer a aquellos compañeros que hacen posible -a la par que apetecible- mi visita a la capital. Ya que coincido en fechas con la celebración de los Edge Days (tienen una pinta estupenda) aprovecharé a pasarme por el evento y a marcar palmito en la alfombra roja. Si, habéis acertado, la alfombra roja es la de la puerta de atrás, por la que echan a los indeseables y a los cansinos...



Pero esa es harina de otro costal, y en un futuro próximo, será merecedora de otra entrada.

Nos vemos, golfos. 

6 comentarios:

  1. Hacía mucho que no oía que el rol había ayudado a alguien a nada. Hacía mucho. Una vez conocí a alguien que me dijo lo mismo, pero al final todos esos problemas se lo tragaron y se rindió. Sólo una cosa: no te hagas mayor y sigue creyendo ;)

    Tú sí que eres un cabrón, y como buenos congéneres, ya sabes que mi colección está a tu plena disposición. De hecho, vas camino de dejarla pequeña, envidioso de mierda XD

    Nos echaremos unas partidas en las Edge Days, que para algo hemos sudado lo nuestro.

    Termino, no sin dejar el aire ñoño, diciendo que me enorgullece poder decir que participé en el equipo que propició el primer libro publicado de Alberto Fernández. No sabes lo que he aprendido en estos meses, y lo que me queda.

    Un abrazo, amigo ;)

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  2. Cuidado por esos sitios llamados Madriles y Barnas, que dicen que hay mucho rolero loco por allí.

    Pásalo bien y descansa, ya nos contaras la experiencia.

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  3. Sí, para algunos el 2011 no ha sido precisamente nuestro mejor año, pero hay que seguir tirando del carro como se pueda, y si es con rol, mucho mejor.

    ¿Soy sólo yo o todos los que no hemos comprado entrada para los Edge Days tenemos la misma sensación de que nos vamos a perder algo realmente grande?

    Bueno, al meno me marcaré una muesca para que el año que viene (si Edge no dice, que una y no más Santo Tomás) tengo que ir obligatoriamente.

    Ah, y si podemos coincidir para tomar unas cerves, ¡bienvenido seas!

    Saludetes,

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  4. MAestro, al menos si no vienes no corres el riesgo de que te dejemos tirado a la hora de comer XD

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  5. yO ESPERO PODER IR EL AÑO QUE VIENE, XD

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  6. @Avatar: Que nos quiten lo bailao! alguna partida echaremos... solo faltaba. Respecto a lo de caer, tengo suerte. Como soy bajito, nunca caigo desde muy arriba. ;)

    @Wulwaif: Cuando vuelva haré una reseñita, pero no solo de los Edge Days, si no de todo el fin de semana. Salvo lo que no se pueda contar, claro...

    @Terrax: Madrid es un pañuelo.... ;)

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